Si lograste un bronceado maravilloso, no lo pierdas y
deja que todos se enteren que estuviste en la playa y se mueran de envidia
admirando ese fabuloso tono dorado de tu piel.
En Acapulco, conseguir un buen bronceado no es nada
difícil, simplemente tírate un
rato sobre la arena, recuéstate en un camastro, descansa junto a la alberca, o
da una ligera caminata por la playa y observa los excelentes resultados
que se obtienen en tan solo unos
minutos.
Claro que si además
te hidratas tomando suficiente agua,
comiendo alimentos como el tomate, el pepino, las acelgas y el apio, que son
sumamente ricos en potasio, mineral que ayuda a regular la cantidad de agua en
nuestro organismo, cítricos y zanahorias o frutas ricas en betacaroteno que ayudan a una mejor pigmentación de la piel, como
la sandía, las moras y el melón, aumentarás las
posibilidades de que tu bronceado dure por más tiempo.
También puedes aplicarte sobre la piel una suave crema hidratante
o un aceite bronceador que la lubrique, le de brillo y al mismo tiempo actúe
como bloqueador para que la proteja de los rayos ultravioleta, evitando que
posteriormente se reseque y descame demasiado rápido.
Recuerda dosificar tu exposición directa al sol,
es mejor broncearse poco a poco, y cambiar de posición con frecuencia para
dar oportunidad al sol de llegar de
igual manera a las diferentes zonas del cuerpo,
así obtendrás un bronceado parejo; ¡ha!, y trata de no usar perfume o
maquillaje para evitar manchas.
Pero lo más
importante es que disfrutes intensamente de tu estancia en Acapulco y que de regreso a tu vida cotidiana, te lleves además de
gratos recuerdos… Un bronceado maravilloso!
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